Agotamiento e intolerancias graves
Con esto del coronavirus mis ya intolerancias graves se han exacerbado. Y lo peor es que he incorporado otras que me van a llevar de nuevo al alergólogo social para que certifique si son normales o si son cosas de la edad y qué más da- a-a-a-a.
Os cuento las nuevas y las que me vienen de serie…
Me agota el chico de traje que a las 7:30 de la mañana tooodos los días va Redbull en mano y cigarro. Nunca le vi mascarilla. Nowhere.
Los que utilizan tapapapadas y van boca y fosas nasales al aire.
Me cansa, MUCHO, aquella señora que se pone a hablar por el móvil en el autobús y se baja la mascarilla para que la oigamos bien. Me produce urticaria el grupete que se sienta al fondo, como si estuviéramos en una excursión del instituto, con su música del móvil, ahí bien alta, que la disfrutemos todos los viajeros, y juega al «a ver si no nos pilla el conductor quitándonos el accesorio de moda».
No soporto aquellos que con la excusa del cigarro en la mano se pasan horas en una terraza en pelota picada. A cara descubierta.
Tampoco me gustan aquellos que fuman en el coche con niños.
Me cansan los grises. Esos que no te dan los buenos días ni las buenas tardes. Los que se quejan de todo y saben todo. Los que leen una frase en Internet y sientan dogma.
Detesto las radiografías de cuerpo entero por la calle. Sin disimulo. ¿De verdad, todavía?
Detesto que las chicas nos estemos avisando las unas a las otras cuando llegamos a casa.
No me gusta sacar las llaves del portal antes de bajar del taxi y mirar dentro los ángulos oscuros. No me gusta llevar haciéndolo desde los 15 años. Y pensar que mis hijas lo harán.
Me cansan los que dicen «yo no soy ni feminista ni machista». ¡A estas alturas!
Me producen agotamiento los que no llevan bata blanca y van corriendo de un lado a otro empujando y moviendo papeles con aires de importancia.
No puedo con los que destruyen la infancia y la acortan.
No entiendo que llevemos no sé cuántas leyes educativas y que no importe.
Me preocupa que la amargura se instale y genere más intolerancias.
Y vosotros, ¿sufrís de alguna de ellas?